miércoles, 9 de septiembre de 2015

Colectores del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de la zona norte de Murcia

Noticia del periódico "La Verdad de Murcia" que reproducimos a continuación, en relación al Plan de Infraestructuras Hidráulicas de la zona norte de Murcia (PEIH) y el tanque de tormentas de Zarandona:

El Ayuntamiento modificará de nuevo las reglas del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de la zona norte para que los promotores pasen a ejecutar las obras. El concejal de Urbanismo anuncia la creación de una comisión con el sector y los colegios profesionales para abordar la revisión y coordinar el cumplimiento de proyectos pendientes.

Foto de La Verdad - V.V.
El Plan de Infraestructuras Hidráulicas de la zona norte de Murcia, conocido como PEIH, lleva por la calle de la amargura a los promotores, pero también al Ayuntamiento de Murcia, que con el cambio de gobierno va a dar un giro en la gestión del proyecto. Así lo ha confirmado a 'La Verdad' el edil de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, quien ha dado instrucciones para la constitución de un grupo de trabajo con el sector para abordar de manera conjunta una salida al entuerto. Los promotores interpusieron contra el Consistorio un contencioso-administrativo e incluso crearon una plataforma de afectados por considerar excesivas las cuotas que se giraban a los propietarios de los suelos de cada plan parcial, que en muchos casos no se han desarrollado por la crisis.

Los promotores aplauden que el Gobierno municipal esté dispuesto a una nueva revisión del PEIH, que ya se retocó en febrero, antes del final de la pasada legislatura, reduciendo en un 10% los costes de los colectores, pero los propietarios reclaman ir más allá y creen que todavía se pueden bajar más los precios.

El concejal de Urbanismo apuntó que el punto de partida en el que retoma esta situación es «que hay un Plan Especial, que afecta sobre todo a los convenios de la zona norte hasta la autovía, y una serie de obras que hizo Emuasa, que se han girado, que se han formulado unos recursos y que algunos se han estimado, y en cualquier caso ha habido unos costes». Pero Navarro expone que «a futuro esas obras de urbanización se tienen que acometer por los propios sectores, como en cualquier ámbito urbanístico, de suelo urbanizable, para que sean los urbanizadores los que acometan esas obras, en lugar de que las efectúe la Administración».

Por tanto, esto significa que el Ayuntamiento permitirá a los promotores ejecutar las obras que les corresponden, supervisando en todo caso los proyectos técnicos, pero sin que la Administración sea la que licite y lleve a cabo los trabajos. «Este es el criterio a futuro», recalca Navarro, «pero a pasado nos encontramos con que ha habido unos costes».

El concejal calculó que la cantidad que se reclama a los promotores por lo ya ejecutado podría rondar los 10 millones de euros. El presupuesto de todas las obras contempladas en el PEIH es de 298 millones de euros, una previsión que los promotores consideran utópica tras la debacle del ladrillo, ya que ese plan se diseñó pensando en un crecimiento de población al norte de la ciudad cercano a los 750.000 habitantes, contando con que se desarrollaran todos los planes parciales tramitados. Sin embargo, hasta 2014 solo se habían ejecutado el 11% de las obras, valoradas en 33 millones de euros.

«He mantenido antes del verano una reunión con los promotores y hemos planteado la conveniencia de constituir un grupo de trabajo, donde se va a incorporar a los colegios profesionales, para abordar éste y otros temas de un modo regular, con la periodicidad que estimemos conveniente, para cuestiones relacionadas con licencias y gestión urbanística, para que haya un cauce permanente de colaboración», abogó el edil.

Canal de 7 kilómetros

La columna vertebral del PEIH ya está construida, pero falta por armar el resto del esqueleto. Hay tres tramos en servicio: el primero en la zona comercial de Thader-Nueva Condomina, y los dos restantes bajo la Costera Norte, entre Juan Carlos I y Juan de Borbón, que fueron financiados por el Consistorio (8 millones). El resto de obras tiene que completarlas la Confederación Hidrográfica del Segura y los promotores. A la CHS le corresponde construir el interceptor de pluviales para canalizar el agua que circule en episodios torrenciales por las ramblas de Espinardo, Churra y Cabezo de Torres, a lo largo de una canalización subterránea -a modo de autovía para el agua- de 7 kilómetros, y conducirla hasta el río Segura, a la altura de la pedanía de La Arboleja.

Este proyecto, según avanzó Navarro, podrá licitarse en breve ya que la redacción del mismo está prácticamente concluida; las obras durarán 21 meses y el interceptor podrá soportar unos caudales máximos de 100 metros cúbicos por segundo.

A los promotores les corresponde el desarrollo de las obras previstas en sus planes parciales, y contribuir proporcionalmente a otras obras necesarias como el tanque de tormentas de Zarandona, cuyo coste se estima en 10 millones de euros. El presidente de los promotores murcianos, José Hernández, declaró ayer que el PEIH es un sistema general, y como tal debería ser desarrollado por la Administración. «Pero el Ayuntamiento no lo ve así, y los promotores hemos aceptado participar en el coste de las obras, pero insistimos en que las obras de abastecimiento y saneamiento de esas ramblas repercuten a toda la ciudad. Los costes deben modificarse, siguen siendo muy altos, y la rebaja última solo ha sido del 1%. El proyecto está redimensionado y hace inviable que salgan adelante promociones».

El momento en que se exige el pago de las cuotas también debe revisarse, según Hernández. Al principio había que pagar antes de la aprobación definitiva del proyecto de reparcelación; tras la revisión de hace unos meses se decidió que se pagase al inicio de las obras de urbanización y los promotores proponen que el pago se haga cuando se certifique la obra.

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